Un poco de Historia
En la década de 1920 (no estamos seguros de este dato, creemos que fue alrededor de 1940, pero por razones comerciales la empresa coloca este año en sus etiquetas), don Próspero Lizano tenía una cantina (4 de julio) en una esquina de Alajuela, justo donde hoy está la tienda Llobet. En la cantina trabaja su tocayo, don Próspero Jiménez Portuguez (1884-1976). Don Jiménez era un inventor autodidacta aficionado a la experimentación. Destilaba alcohol, producía vinagres y diseñaba recetas de encurtidos. Trabajando en la cocina de la cantina, se propuso crear su propia Salsa Inglesa . Así nació la versión tica de la Salsa Inglesa. Don Lizano, que era un hábil empresario, se le ocurrió la novedosa idea de ofrecerla junto a otros aperitivos para que sus clientes acompañaran las bebidas.
La salsa
fue un éxito, los clientes de la cantina iniciaron a comprarla para llevarla a
sus casas. Luego fueron las amas de casa quienes llegaban directamente a la
cantina con un vaso a comprar la salsa. Ya para 1934, el negocio creció tanto que iniciaron a colocar
la salsa en las “pulperías” pero la demanda aumentó y la cantina
ya no daba abasto.
En la
década de 1950, don Próspero Lizano fundó su fábrica en el Carmen de Alajuela
para producir sus encurtidos y la salsa de don Próspero Jiménez, la cual pasó a
llamarse Salsa Lizano. En la década de 1970 don Jiménez, antes de jubilarse, enseñó la receta a secreta a don Claudio Rojas Araya, un mensajero que ingresó
a la empresa en 1948 y gracias a sus cualidades se ganó la confianza de los
dueños. Todavía en el 2004 era el maestro salsero de la compañía. Don Claudio aseguró,
en esos días, que la receta prácticamente no había cambiado.
Mira este enlace: La historia de don Claudio
En 1991 don
Próspero Lizano vendió la marca a Best Food y la fábrica se trasladó a San
Antonio de Belén. En la actualidad la marca y la receta pertenecen a Unilever. La
receta, aunque sigue siendo bueno, cambió y toda mi familia lo notó. Ya no se asentaba en el fondo, era menos
picante, las partículas eran más finas y el sabor agrio fermentado perdió
intensidad. Tenían que adaptarse a las tendencias de la nueva industria
alimentaria para no perder mercado. Aunque la receta ya no pertenece a costarricenses,
la salsa sigue siendo tica. Debo admitir que mantiene su esencia.
Yo no creo que
la salsa sea un secreto en la actualidad, en el mercado hay varias marcas,
todas saben parecidas, tienen pocas variaciones. Incluso la salsa Lizano actual
es una versión más la receta original. Aunque debo admitir que la Lizano es mi favorita.
La Salsa debería llamarse Salsa Jiménez. Don Próspero Jiménez fue un gran inventor, a él le debemos la receta original. Él es el verdadero héroe aquí.
Mira este enlace: La Historia de don Jiménez
Descifrando la Receta
En 1985,
con apenas 4 años, probé por vez primera la Salsa Lizano, fue un día
inolvidable. Tenía un plato con arroz y caldo de frijol frente a mí. Entonces mi mamá roció una cucharadita de
salsa sobre mi plato y lo revolvió todo. Al probarla quedé encantado. En la
actualidad soy capaz de comer arroz y frijoles con salsa Lizano y considerarlo
un manjar. Para mí es muy difícil cocinar en mi casa y no tener esta salsa,
definitivamente colapso.
Siendo un
carajillo aún, en 1989, tuve en mis manos una botella de Salsa Lizano y anoté los
ingredientes, con la esperanza de hacerla un día, creo que mi sueño ya se
cumplió. Fue una buena idea porque en la actualidad yo no los comparten. Los ingredientes que recuerdo eran: Chile picante, cebolla, zanahoria,
pepino, coliflor, melaza, especias y preservantes. Hoy me imagino a don
Próspero Jiménez cocinando los encurtidos en una olla, agregando chiles, melaza
y especias, dejando que todo se cocinara hasta deshacerse. Incluso puedo atreverme
a suponer que esa salsa era fermentada antes de embotellarse.
Lo que entendemos
es que don Jiménez tenía la receta de la Salsa Worcestershire, que es preparada
con tamarindo y pescados en conserva. Pero, dentro de la cocina de una cantina,
se las ingenió para sustituir ingredientes que simplemente en la Costa Rica de
1920 era imposible de encontrar. Entonces concluyo que ingredientes como el
tamarindo, el encurtido (cebolla, zanahoria, coliflor y pepino), la melaza, el
vinagre y el chile picante fueron la base de la Salsa Lizano.
He hecho muchos experimentos y les comparto el que más me ha convencido. Esta salsa es nutritiva deliciosa e imprescindible en la cocina costarricense, también puede acompañar cocteles como el famoso chiliguaro o el bloody mary.
Ingredientes
·
2 tazas de agua.
·
2 tazas de vinagre.
·
1 taza de zanahoria picada.
·
1 taza de coliflor picada.
·
1 taza de pepino picado.
·
1 taza de cebolla picada.
·
1 taza de vinagre.
·
½ taza de chile picante picado.
·
½ taza de tapa dulce molida (azúcar moreno).
·
¼ taza de semilla de mostaza o salsa de mostaza.
·
¼ de taza pulpa de tamarindo
·
¼ taza de ajo.
·
1 cucharada de tomillo.
·
1 hoja de culantro coyote.
tr 3 clavos de olor.
3 hojas de laurel.
1 cucharadita de Pimienta.
1 cucharadita de curry.
·
Sal al gusto.
Procedimiento
1.
Remojar el tamarindo en el vinagre y el agua
durante una hora para ablandar el tamarindo y extraer las semillas.
2.
Colocar todos los ingredientes en una olla y cocer a
fuego lento durante una hora.
3. Dejar enfriar y licuar.
5.
Refrigerar.
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